Alberga el Dolmen de Dalí, un conjunto monumental que consta, resumidamente, de un Dolmen de granito, una estatua de figura humana sobre pedestal cúbico, que junto al dibujo del enlosado forman un todo armónico y significativo. Esta obra está sujeta a unas condiciones de ubicación, orientación y perspectiva, que forman parte de su consideración integral.
En septiembre de 2002, tras el incendio del Palacio de los Deportes, el alcalde José María Alvarez del Manzano encargó un proyecto de reforma de la plaza al arquitecto Patxi Mangado, que contemplaba la sustitución del pavimento original, la eliminación del pedestal, el traslado del dolmen al parque de la Fuente del Berro y el desplazamiento de la escultura de Newton hacia el oeste, con lo que se modificaba completamente el proyecto original auspiciado por el artista catalán. Las obras comenzaron en 2003, pero la oposición vecinal logró frustrar el propósito del ayuntamiento, sin que pudiera impedirse, sin embargo, la sustitución durante la reforma de la plaza, que terminó en 2005, del pavimento original, que quedó guardado en los almacenes municipales.
El principal objetivo de la Remodelación de la Plaza de Dalí trata de transformar la escala de ese espacio y convertirlo en algo más confortable y cercano al peatón.
Resulta interesante el pavimento de granito que se mezcla con piezas de fundición de bronce -del escultor Francesc Torres- donde se pueden ver «fosilizados » algunos objetos de la historia de la ciudad (móviles, teclados de ordenador, cables,…).
Desde 2010 el Dolmen de Dalí es considerado un bien inmueble de interés patrimonial de la Comunidad de Madrid.