Los arquitectos conciben el edificio como una oportunidad para trabajar a escala de la ciudad. El interior del edificio se concibe como una gran plaza pública o lugar de intercambios y el hall de acceso actúa como un filtro entre la ciudad y la universidad.
La fachada norte, orientada al Viale Bligny, se concibe como una ventana a Milano; una imagen memorable para confirmar el enorme aporte cultural que la universidad significa para la ciudad.
Por esta razón el espacio público del auditorio ocupa esta fachada, como afirmación de una presencia simbólica.
Se generó una planta baja abierta enla que el edificio se retira, permitiendo que el espacio público y los pavimentos de piedra ingresen a la universidad.
Las oficinas de investigadores forman vigas suspendidas sobre ese espacio, como una marquesina que filtra la luz.
Estos pabellones flotantes permiten que el espacio de la ciudad se superponga con la vida de la universidad. Permite que espacios públicos interiores y exteriores se fusionen.
El mundo colmena de la investigación se separa físicamente pero siempre conectado visualmente con la vida de los niveles inferiores.
El espacio bajo suelo es tratado como un paisaje en erupción que ofrece apoyoa los filtros de luz antes mencionados.
Este mundo subterráneo es sólido, denso y tallado. Se intentó establecer una continuidad entre el paisaje de la ciudad y el paisaje de esta cripta. El muro exterior del Aula Magna alcanza la altura total del edificio. Por su tamaño y masividad esta gran sala opera como una “roca encastrada” directamente en el límite de la calle y es el ancla del edificio. Extraído de la memoria de los proyectistas.
Con este edificio, Grafton Architects, obtuvieron el “Worlds Building of the year” en 2008.