Se abrió al público en 1968, con una superficie de aproximadamente 210.000 m2. Son el antiguo emplazamiento del Castillo Edo y sus círculos de defensa, la honmaru (“círculo principal”) y ninomaru (“círculo secundario”). Se mantienen los fosos, muros, puertas de entrada y casetas de vigilancia. En primavera se muestran en todo su esplendor con los cerezos en flor.