Oude Kerk

Anónimo

En torno a 1240, se toma la iniciativa de ampliar la pequeña iglesia con dos naves laterales y un coro. Sin embargo, 1246 se considera oficialmente el ‘año de nacimiento’ de la Iglesia Vieja. En aquella época, la iglesia llevaba el nombre: San Bartolomé. Con el paso de los siglos, el lugar de oración se transformó en una impresionante basílica gótica.

Desde el principio, la Iglesia Vieja estuvo a orillas del ‘Delf’, una palabra que antiguamente significaba ‘canal’ y a la que debe su nombre la ciudad de Delft. Así que, en 1325 cuando se quiso construir una torre para la iglesia, ya no había espacio.

Por ello seguramente se desvió el curso del agua y luego se cegó el canal. El canal se llama Oude Delft (viejo Delft), pero el desvío sigue siendo visible en el plano. De este modo, la torre se construyó parcialmente sobre un antiguo canal. Sin embargo, el subsuelo no ofrecía una base adecuada para las pesadas piedras. La torre se empezó a hundir desde la construcción. Se consiguió estabilizarla, para luego seguir construyendo a plomo.

En 1350 se completó la torre, que a la sazón ya estaba inclinada. Más tarde, se ensancharon las naves laterales y se elevaron hasta el nivel de la nave central. Sin embargo, a principios del siglo XV vuelven a emprenderse ampliaciones.

Fue así como surgieron los contornos de la Iglesia Vieja que desde hace siglos determinan el perfil de la ciudad. Por otra parte, a lo largo de los siglos fue necesario emprender profundas restauraciones.

Entretanto, la torre inclinada -llamada irónicamente ‘Jan el Torcido’- está totalmente estabilizada. Durante mucho tiempo, se temió que se viniera abajo. En 1843, el ayuntamiento incluso quiso derribarla. De esta manera, la torre de la Iglesia Vieja alcanzó su estado actual: 75 metros de altura y una desviación de casi dos metros de la verticalidad.