El nombre original es Saray-i Cedide-I Amireii pero el pueblo lo llamó “Topkapi Saray” (Palacio de la puerta de los cañones) por los grandes cañones que estaban delante de la entrada. Este palacio es el mejor reflejo de la época imperial en Estambul y simboliza el poder que alcanzó Constantinopla como sede del Imperio Otomano. Desde este palacio los sultanes gobernaron su impero hasta mediados del siglo XIX.
La construcción comenzó poco tiempo después de que Mehmed II tomara Constantinopla, siendo inaugurado en 1465. Durante las décadas siguientes fue ampliado por los diferentes gobernantes. En sus 700.000 metros cuadrados cuenta con cuatro patios y múltiples edificaciones en su interior: sala de armas, cocina, establos reales, tesoro, harén, etc. El Palacio Topkapi llegó a albergar en el siglo XVI a 3.000 residentes entre miembros del harén (hasta 300 concubinas), funcionarios de la administración estatal y personal militar.
Los sultanes se trasladaron en 1855 al Palacio de Dolmabahçe.
En su interior alberga una de las colecciones más ricas del mundo, junto con las dinastías de Hamburgo de Austria y los zares de Rusia; en sus archivos están documentadas unas 65.000 piezas pero solamente el 10% de esta colección está expuesta.