El proyecto surge a partir de un concurso por invitación organizado por la Federación de Ferreteros de Finlandia, del cual Aalto resulta ganador con su proyecto Rautatalo (casa de hierro). El edificio se caracteriza por su sobria fachada de cobre y vidrio que armoniza con las construcciones contiguas. El interior se organiza en torno a un núcleo de múltiple altura iluminado a traves de una serie de tragaluces, transformado a este espacio en lugar de encuentro y corazón del proyecto, estando en su origen abierto al flujo diario de la ciudad.