Desde la plaza de la catedral se puede subir hasta la Torre del Castillo del Gran Duque Gediminas de manera peatonal, en un paseo por el parque que se extiende colina arriba. También se puede utilizar el funicular, que corre por la ladera norte del cerro. Desde la cima se puede tener una de las vistas generales de la ciudad más impactantes.
Originalmente construido en el siglo XIII, el castillo fue reconstruido en 1419 por Gran Duque Vytautas tras el gran incendio de Vilnius. En 1610 fue utilizado como prisión y durante la ocupación rusa de 1655-1661 las torres y murallas defensivas fueron casi destruidas por completo. Hoy la torre que permanece alberga un pequeño museo.
En el parque, por el que corre un pequeño afluente del rio Neris, se pierde toda noción de estar en plena ciudad, y es lugar de afluencia masiva los fines de semana y días festivos. Un sector más antropizado se ubica entre el castillo y el curso de agua, pero una vez que se cruza este se vuelve un bosque agreste, con senderos que conducen al monumento de las Tres Cruces, un mirador privilegiado y de alto poder simbólico para la mayoría católica de los lituanos.
Texto: Pablo Kelbauskas
Fuente: Guía 2016.