Claudio Silvestrin ha definido los locales de Giorgio Armani en todo el mundo. Su arquitectura trasciende el minimalismo y en su lugar opta por la elegancia de los materiales naturales. El uso de la piedra caliza y su predilección de las aberturas concebidas como “cortes” sutiles y alargados recuerdan antiguos espacios, solemnes en una sencillez de la que participan también los pocos y selectos elementos de decoración.