Fue inaugurado en 1991 bajo diseño de los arquitectos Esteve Bonell y Francesc Rius con motivo de la celebración del torneo de baloncesto de los XXV Juegos Olimpicos, porque fue la sede durante toda la competición de baloncesto durante los Juegos Olimpicos de Barcelona 1992. El pabellón acogió al Dream Team, la selección norteamericana considerada como el mejor equipo de la historia, con nombres como Jordan, Magic Johnson, Charles Barkley y Larry Bird.
Con la intención de dotar al área urbana de una auténtica «catedral del deporte », se materializa esta obra de carácter municipal, en la que no se alardea de ningún tipo de virtuosismo en la elección de materiales o tecnología, y cuya regularidad de formas es capaz de crear un nuevo orden y una nueva jerarquía en el contexto.