El último encargo público de Mackintosh fue esta escuela, terminada en 1906. Es un edificio funcional de piedra arenisca roja y rigurosamente simétrica.
El rasgo dominante de la fachada principal es un par de torres semicirculares con sus inmensas y altas ventanas que contienen las escaleras. El tratamiento de estas torres ejemplifica el inventivo uso que de la arquitectura tradicional hace Mackintosh: las cajas de escaleras con techos cónicos son algo usual en la arquitectura doméstica escocesa, pero revirtiendo la usual proporción de llenos y vacíos; así la mampostería se transforma en esbeltos montantes que cortan las paredes de vidrio. La planta de la escuela es simple, un bloque central de clases con entrada segregada de niñas y varones en la base de las torres y otra puerta en el medio para los niños más pequeños (jardín de infantes).
El diseño original de la fachada era mucho más vivo por el uso de pequeñas y más variadas ventanas, pero el presupuesto limitado con el que trabajaba hizo que fueran considerablemente simplificados.