Es la primera obra del equipo Dankmar Adler & Louis Sullivan. Originalmente concebido como teatro (4300 plazas), hotel (400 hab.) y oficinas, célebre por su moderno equipamiento escenográfico y su perfecta acústica, fue uno de los proyectos más innovadores de la época ya que logró reunir de manera equilibrada fines comerciales y artísticos.
La distribución básica de ese complejo de usos mixtos era ejemplar. Se había pedido a los arquitectos que instalasen en el espacio de media manzana varios programas, anticipándose en un siglo a procesos que caracterizan la agenda contemporánea como la hibridación y la flexibilidad.